Después de una larga y movida travesía, con persecuciones de lobos, cocheros sospechosos y bendiciones y ofrendas por parte de la población local a Jonathan Harker para protegerlo de todos los males y supersticiones que describían al lugar. Finalmente nuestro protagonista llega a las puertas del castillo dándonos esta descripción del exterior: "Repentinamente tuve conciencia de que el conductor estaba deteniendo a los caballos en el patio interior de un inmenso castillo ruinoso en parte, de cuyas altas ventanas negras no salía un sólo rayo de luz, y cuyas quebradas murallas mostraban una línea dentada que destacaba contra el cielo iluminado por la luz de la luna."
Tenemos que recordar que el conde Drácula viene de un linaje de nobles y que por ello conserva como propiedad este castillo y una buena cantidad de dinero que gastará durante la historia. El castillo se le conoce oficialmente como el castillo de Bran.
Este lugar es una fortaleza realmente espectacular y cuya visita es obligada para todos aquellos que emprendan la ruta del Drácula en Rumanía.
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